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Historia del Cuerpo de Bomberos de Chillán

Al igual que lo acontecido en Valparaíso y que motivó la fundación del primer Cuerpo de Bomberos de Chile, el 30 de junio de 1851, en Chillán debió ocurrir una tragedia para que se materializara la fundación de nuestro glorioso cuerpo de Bomberos, institución cuya historia se confunde con la historia de la ciudad desde el instante mismo de su nacimiento.

Hasta antes de 1880, existía en nuestra ciudad una organización de bomberos de carácter particular, dirigidos y financiados por el industrial Guillermo Davidson. A pesar del carácter particular de esta agrupación, era frecuente su cooperación en incendios que afectaban a la comunidad.

Sin embargo, las autoridades municipales de aquella época entraron en conflicto con el empresario debido a que los ejercicios bomberiles causaban más de algún daño en el pavimento de las calles. El reclamo fue acogido por el señor Davidson, pero advirtió que en caso de ocurrencia de nuevos incendios en la comunidad él no prestaría sus valiosos auxilios. El destino quiso que a los pocos días se declarara un incendio de grandes proporciones en el edificio del Mercado Municipal. Los bomberos del señor Davison se limitaron a salvar los bienes de una familia vecina al lugar siniestrado. El edificio sucumbió rápidamente ante el avance de las descontroladas llamas, a la vista e impotencia de una comunidad que se encontraba en absoluta indefensión.

Este triste acontecimiento encendió aún más el deseo que bullía en el espíritu de un grupo de chillanejos deseosos de dar forma a tan noble institución de voluntarios para el servicio público. Fue así como en una reunión celebrada el día 25 de junio de 1880 se echaron las bases y se dio nacimiento al Cuerpo de Bomberos de Chillán, en la oportunidad se suscribió un acta, que constituye toda una “partida de nacimiento” de la institución.

La que aquí se transcribe como una forma de perpetuarla en el tiempo: “En Chillán a veinticinco de junio de mil ochocientos ochenta, los que suscriben acuerdan fundar en esta ciudad un Cuerpo de Bomberos; al efecto, nombran una comisión compuesta por los señores Pedro Juan Solar, Eulogio Cortínez, Juan de Dios Rivera, Juan José Ayala, Benjamín Goldenberg y Salustio Beeche, con el objeto que recolecten fondos, organicen el Cuerpo, determinen el número de Compañías de que debe constar y hagan las diligencias necesarias a su fundación.

“Esta comisión tendrá la facultad de reintegrarse con cualquier persona del pueblo en caso de renuncia de alguno de ellos. “Para constancia se firmó la presente Acta y la firmaron: Juan de Dios Novoa, Nicolás Alamos, Eulogio Cortínez, Ladislao Munita, Cirilo Gatica, Amaro Pérez, Juan Nascimiento, Manuel Matus, Carlos Castellón, Carlos Alamos, Ignacio Brunet, Alejandro Arias, Matías Alarcón, Teodoro López, Camilo Munita, Urbano Bustos, Salustio Beeche, Plácido Santapau, José M. Cabezas, Benjamín Goldenberg, Adrían Santapau, Carlos Goldenberg, Mauricio Herrera, Germán Gabler, José M. Martín, Juan J. Ayala y Leoncio Martín M.” La comisión señalada fue presidida por el señor Pedro Juan Solar, abogado y notario público de Chillán, quien, al año siguiente asume como superintendente del primer Directorio General de la institución; Benjamín Goldenberg en calidad de secretario-tesorero, y Juan José Ayala, como comandante. Luego se unieron a ellos el señor Salustio Beeche, director de la Primera Compañía y el director de la Segunda Compañía.

Luego de fundado el Cuerpo de Bomberos, se hizo necesario dar forma a cada uno de los pilares sobre los cuales se afianzaría el desarrollo de esta institución. Fue así como rápidamente se iniciaron las gestiones para crear una Primera Compañía de Bomberos.